El consumo de alimentos esta regulado en el hombre por muchos factores aparte de los nutricionales, que, en conjunto determinan su elección y, por tanto, los hábitos alimentarios.
Como ya hemos hablado de los hábitos alimentarios en otros enlaces, únicamente volvemos a repetir su definición: “resultado del comportamiento más o menos consciente, colectivo, y repetitivo, que conduce a seleccionar un determinado alimento o menú como una parte más de sus costumbres sociales, culturales y religiosos.
En esta época del año nuestra alimentación cambia, introducimos alimentos que durante el resto del año no están presentes. Es una época en la que hay que aprovechar para que los más pequeños de la casa prueben otro tipo de alimentos.
Los menús que habitualmente consumimos en las cenas o comidas son elevados en proteínas y grasas, por eso deberíamos intentar consumir los hidratos de carbono en otros momentos del día para intentar acercarnos al perfil calórico ideal:
En estas fechas también solemos consumir más alcohol del que deberíamos. Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un consumo moderado de alcohol corresponde a 2 vasos al día para mujeres y 3 vasos al día para hombres. Un vaso normalizado equivale a 10 g de alcohol. Preferible acompañarlo de comida y nunca después coger el coche.
Debemos ajustar la carga calórica diariamente, con los porcentajes adecuados para cada comida:
El menú navideño debe de ser, como toda dieta:
No se debe olvidar el ejercicio físico. Durante estas fechas lo solemos omitir, y al consumir menús más calóricos, nuestro balance energético se desequilibra.
Aquí os dejo un enlace con Menús Saludables Navideños:
http://www.fen.org.es/qs_publicaciones_ficha.asp?COD=123