Diferencias entre hambre y apetito.
El “hambre” Factor fisiológico-químico generalizado
- Desequilibrio nutritivo en los tejidos
- Estado de necesidad con carencia de nutrientes en el ambiente celular del organismo
- Este estado de necesidad es detectado por el sistema nervioso a través de receptores neuroquímicos específicos
- Necesidad fisiológica de alimentarse, para conservar la vida
- Sensación visceral, involuntaria, desagradable, dolorosa
- El hambre es un proceso vital e indiscriminado: se puede satisfacer con cualquier alimento
El “apetito” Factor fisiológico-orgánico localizado
- Conjunto de sensaciones que se localizan en la boca y el estómago (contracción de fibras musculares)
- Necesidad de alimentarse para proporcionar placer al estómago
- Estado consciente, voluntario, condicionado por experiencias anteriores
- El apetito es más selectivo que el hambre, dominable: “me apetecen unas patatas fritas” “prefiero los macarrones a la menestra de verduras” “me tomaría unas croquetas”
- El individuo recurre a alimentos específicos, relacionados con experiencias sensoriales positivas anteriores
- Sensación en cierto modo placentera
- Puede desequilibrarse por factores psicológicos: estado de ánimo, preocupaciones, estrés, propia voluntad
De forma extrema, puede conducir a anorexia y/o bulimia
Leyes del placer y del displacer
El placer /displacer que nos proporcionan los alimentos no son sentimientos absolutos, sino relativos a estados fisiológicos, circunstancias, grados y frecuencias con que se dan.
Ley de la totalidad funcional
“Lo que es bueno para una tendencia concreta y particularizada no siempre es bueno para el sujeto tomado en su totalidad”
Ejemplo: El vino para un alcohólico
Ley de la duración
“El placer y el dolor no duran continuamente”
El placer y el displacer son complementarios de la actividad
Si buscamos el placer, esto nos impulsa a actuar: comer
Una vez hemos satisfecho el ansia de placer, dejamos de actuar y el placer se acaba
Excepción: El caso del glotón: come continuamente
Ley del contraste
“El placer y el dolor se condicionan mutuamente”
Una fruta en mal estado nos proporciona un gran displacer después de una comida exquisita
Tras una comida poco palatable, disfrutamos más de un delicioso helado
La ausencia de un displacer (ej., un olor desagradable) también es placentera
La intensidad de placer y displacer es inversamente proporcional a la cantidad:
- Una pequeña cantidad de alimento nos puede resultar muy placentera
- Ese mismo alimento en cantidades excesivas no nos produce la misma intensidad de placer
Ley de las circunstancias
“La intensidad de un placer o un displacer depende de las circunstancias físicas y mentales en que se produce”
Si una persona acaba de comer, el placer que le produce comer a continuación otras cosas es menor que si está en ayunas
Un español en el extranjero disfruta mucho más de un buen jamón serrano que un español que esté en España
Los hábitos alimentarios y el temperamento modifican también las intensidades percibidas
Ley de los umbrales
“Ni los placeres ni los displaceres aumentan indefinidamente”
El placer y el displacer, como las percepciones sensoriales, tienen sus umbrales
Estos umbrales varían según las circunstancias
Ley de la saturación
“El placer repetido se embota, se gasta y tiende a la saciedad”
Para que una dieta tenga éxito, debe ser VARIADA, y no sólo por su importancia nutricional.
Las dietas monótonas conducen al aburrimiento, saturación, incluso repugnancia.
Esta saturación se puede dar incluso ante alimentos que le resultaban agradables.