Nutrición para tu cerebro

Hoy Carolina Campa becaria de la Fundación Española de la Nutrición se estrena en nuestro Blog. Nos cuenta como debemos de nutrir nuestro cerebro y por qué hay que hacerlo.

Ser estudiante:
Sinónimo de: desvelos, noches largas y días cortos, ojeras, libros, tareas, reportes, frases como “no tengo tiempo”, estrés, etc. Si, la vida del estudiante no es tan fácil como parece, está llena de actividades y al final del día sientes que tu cerebro no puede más.
Parte indispensable para que puedas realizar cada una de tus actividades en el día es tu cerebro, sin embargo muchas veces nos olvidamos de nutrirlo o estimularlo. La alimentación es uno de los aspectos para estimular y nutrir nuestro cerebro, por tanto es importante tomar en cuenta que es lo estás o no estás comiendo, mucho más si respondes afirmativamente a algunas de las siguientes preguntas:

• ¿Sientes que tu memoria se está deteriorando?
• ¿Eres ahora más olvidadizo que antes?
• ¿Te cuesta concentrarte?
• ¿Te has olvidado de lo que estabas haciendo?
• ¿”Pierdes” muy seguido las cosas?
• ¿Tienes mayor dificultad para aprender?

Debemos de comer bien: pero esto no significa comer mucho, comer bien significa equilibradamente, con la ingesta adecuada de nutrientes esenciales y vitaminas. Se trata de calidad y cantidad. Una alimentación desequilibrada puede producir carencias de algunos nutrientes y causar fallos en la memoria, falta de concentración, falta de atención, irritabilidad, cansancio e incluso depresión.

Recuerda que el mayor combustible o principal fuente de energía para tu cerebro es la glucosa, esta proviene de los hidratos de carbono principalmente, tales como cereales integrales, frutas, verduras y legumbres (frijoles, lentejas, habas, garbanzos, alubias).
Además de los hidratos de carbono, tu cerebro también necesita nutrientes esenciales, como ácidos grasos, proteínas, vitaminas y minerales. La carencia de estos cinco elementos fundamentales puede afectar al sistema nervioso.

cerebro

El cerebro y el sistema nervioso dependen totalmente de las grasas, pero no cualquier grasa, estamos hablando de las esenciales, es decir, omega-6 y omega-3. El encéfalo humano, el sistema nervioso central y las membranas de todo el cuerpo necesitan ácidos grasos omega-3. Los ácidos grasos esenciales omega-3 se encuentran en el aceite de soja, nueces, almendras, aceite de germen de trigo y linaza, pescado azul, aceite de oliva entre otras. Los ácidos grasos omega-6 se encuentran en semillas, pepitas y aceites vegetales como el de girasol.

nueces

Las proteínas están formadas por aminoácidos, estos son vitales para la memoria, y para que el cerebro analice, piense y lleve a cabo muchas de sus funciones. Podemos entonces combinar fuentes proteicas vegetales, tales semillas, nueces, frijoles, lentejas, alubias y habas. Recuerda que para obtener proteínas de origen vegetal puedes combinar un cereal mas una leguminosa.

Vitaminas, especialmente las del complejo B, y los minerales (Magnesio, Manganeso, Zinc), estos los podemos encontrar en los granos enteros (avena, cebada, centeno etc.), vegetales, plátano, hojas verdes, nueces, semillas y frutas secas.
En conclusión: come alimentos integrales, evita alimentos refinados, y alimentos con mucha azúcar añadida, come cinco o más raciones de frutas y vegetales al día, selecciona aceites vegetales, come nueces y semillas, minimiza los alimentos fritos, procesados y grasas saturadas. Recordando lo que dijo Hipócrates “Que tu alimento sea tu medicina, y tu medicina sea tu alimento”.

¿Ya nutriste a tu cerebro hoy?

Carolina Campa

Carolina Campa. Estudiante de Nutrición en la Universidad de Montemorelos. México.